La Halitosis es una patología común que afecta –al menos- al 30% de la población. Pero existen varios tipos de Halitosis y causas que la originan.
La relación entre la halitosis oral y las sustancias depositadas en el dorso lingual está claramente demostrada. Ese conjunto de sustancias, que incluyen elementos de la sangre y otros nutrientes (procedentes de la saliva, la dieta, las mucosidades de la faringe…), grandes cantidades de células epiteliales descamadas y bacterias, es lo que vamos a denominar “cubrimiento lingual”.
Podemos auto-inspeccionar nuestra lengua y ver si necesitamos limpiar nuestro cubrimiento lingual: si al ponernos frente al espejo vemos restos alimenticios o una especie de placa blanco-amarillenta ¡necesitamos limpiar nuestra lengua!
Y te preguntarás, ¿qué hacer para evitar la acumulación de bacterias en la lengua? Tu gran aliado será el limpiador lingual. A continuación te explicamos cómo usar el limpiador lingual Halita diseñado específicamente para la eliminación del cubrimiento lingual:
- Limpia primero la parte central de la lengua, utilizando la cara del limpiador que presenta un saliente. Para ello, sujeta el limpiador lingual por el mango de modo que el saliente quede en la parte inferior.
- Saca la lengua e introduce el limpiador lingual en la boca intentando alcanzar la parte más lejana de la lengua.
- Arrastra el limpiador por el centro de la lengua hacia la parte delantera de la boca.
- Aclara el limpiador con agua.
- Limpia los laterales de la lengua utilizando la cara lisa del limpiador. Aclara el limpiador después de cada pasada.
- Enjuaga abundantemente con agua al finalizar.
Los primeros días de uso es posible que el uso del limpiador te provoque una sensación de náusea. Con el tiempo, esta sensación desaparecerá y podrás ir alcanzando zonas más lejanas de la lengua.
Pero recuerda combinar el limpiador lingual con unas pautas adecuadas de higiene bucal incluyendo la limpieza interproximal ¡y a disfrutar de un aliento fresco!